viernes, 27 de noviembre de 2009

Respuesta RAE

En relación con su consulta, le remitimos la siguiente información:

Frente a los llamados dativos objetivos, que son los que ejercen la función clásica de complemento indirecto, existen otros tipos de dativo que las gramáticas denominan genéricamente dativos de interés.
El complemento indirecto (o dativo objetivo) designa, en general, al destinatario de la acción verbal después de aplicada esta al complemento directo (Di el libro A JUAN o LE di el libro). Pero existen en español ciertos usos
de las formas de dativo del pronombre personal que tienen matices expresivos particulares, y que los gramáticos denominan genéricamente como dativos de interés. La diferencia báslica entre los dativos objetivos y los dativos de interés es que los primeros vienen exigidos (explícita o implícitamente) por el verbo, mientras que los segundos no son exigencia del verbo desde el punto de vista semántico. Los dativos de interés se clasifican en los siguientes tipos:

* Dativo simpatético o posesivo: El dativo indica el poseedor del elemento nominal. Ejemplo: Le quitó el abrigo (= quitó su abrigo); Se rompió la pierna jugando al fútbol (= Rompió su pierna jugando al fútbol).

* Dativo de dirección. Establece una relación direccional con el verbo. Ejemplo: Se me acercó un desconocido y me preguntó la hora (= Se acercó a mí un desconocido).

* Dativo commodi o incommodi, definido por Bello como "el que menciona a la persona con la cual el enunciado verbal establece una relación de signo favorable o desfavorable". Ejemplo: Ese árbol me nubla el sol.

*DATIVO ÉTICO, de uso expletivo (es decir, su supresión no altera en absoluto el sentido de la frase, por lo que resulta siempre prescindible), pero que es muy expresivo y abunda mucho en la lengua coloquial. Este tipo de dativo fue denominado por Andrés Bello dativo SUPERFLUO o DE INTERÉS: "superfluo" porque puede ser suprimido sin que cambie el sentido de la frase, y "de interés", porque su papel es el de designar de manera enfática a la persona que se interesa vivamente en la acción expresada por el verbo. Tiene la particularidad de poder coexistir en un mismo enunciado con el complemento directo e indirecto del verbo transitivo: "No ME le deis caramelos". También puede aparecer con verbos intransitivos pronominales, como es el caso del siguiente ejemplo: "No te ME caigas".

Dependiendo del grado de integración que tenga el uso del dativo de interés en el lenguaje culto, se podrá considerar en cada caso como perteneciente al español general estándar o por el contrario, marcado como coloquial y con una clara intención expresiva. Por ejemplo, se pueden considerar normales los siguientes:
Te presto mi perro pero trátaMElo con cuidado.
ME comí una tortilla.
ME bebí un barril de cerveza.
ME compré un disco de "Jarabe de Palo".
ME leí el libro en una noche.
ME subí rápidamente al coche.

Se pueden considerar de uso coloquial, por ejemplo, las siguientes:
ME saqué un suspenso en el exámen de filosofía.
ME vi una película de Almodóvar.
Tu opinión ME es igual.
El niño no ME come bien.

El dativo de interés tiene la particularidad de que se puede prescindir de él en la frase sin que se resienta la gramaticalidad de esta [(Me) comí la mitad de la tarta. (Me) bebí una gran jarra de cerveza para apagar la sed]; aunque, en la práctica, existen contextos determinados en los cuales su ausencia puede resultar extraña al oído:
Tengo tanta hambre que me comería un buey.

En cuanto al caso que es objeto de su consulta, la presencia del dativo de interés es corriente, aunque es más propia de la lengua hablada, familiar o coloquial:
El niño no ME come bien.
Otros ejemplos similares:
El niño no ME estudia nada.
El bebé no ME duerme por las noches.
La niña ME está creciendo muy bien.

Reciba un cordial saludo.

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Departamento de «Español al día»

Real Academia Española

3 comentarios:

  1. Qué majos estos señores de la RAE, que nos han contestado enseguidita. Y que considerado Geoffroy, que nos ha dejado ver el mail!! Creeis que podemos preguntarles a ellos lo de la Frusia?!

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  2. Nunca pensé que Geoffroy remitiese el mail.... Por intentarlo no perdemos nada!

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  3. jajajaja, qué bueno. Por supuesto teníamos razón, jijiji, somos las reinas del español. Espero que se haya quedado satisfecho con la respuesta, ¿cuál ha sido la reacción?

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